martes, 10 de noviembre de 2009

Te convierto.



Lloras falsamente por las rosas que nunca llegaron
me pides perdon por los días
en que por ti, por mí, por ella y ellos
no llegaste, mientras yo me quede
sentada viendo a los pájaros tomar su
verdadero rumbo.

Entonces te he dicho -secate esas lagrimas-
secate lo que no tiene humedad, ni verdad,
olvidate de la mentira,
que ya la he descubierto, olvidate
de la actuación que ya me he dado
cuenta.

Deja las noches en mi cama y buscate
un nuevo nido, aqui ya no hay lugar para ti.

Pequeño infierno andante.

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