Las moscas se aparean en la mesa principal
de la cocina comeras mierda y no te das cuenta
aunque a estas alturas de la vida,
la mierda sabe buena,
es lo más cotidiano de tu día.
Tu trabajo, el viejo trabajo,
ahora ya no tienes,
ahora solo te sientas a picar la espalda del perro
con una vara del jardín,
-nunca serás nadie-
encuentras una hoja de papel y un lapicero
con tinta roja, los textos nunca van con tinta
roja, recuerdas a esa vieja maestra de la primaria
regañarte porque las preguntas junto con las
respuestas se manchaban en la libreta
como sangre que corria por toda la hoja.
¡A la mierda! y empiezas con tu primer "poema"
Despues quien sabe que seguira, talvez
ahora sí te armes de valor para matar
los demonios que no te dejan dormir.
jueves, 24 de septiembre de 2009
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