Las ganas de tu cuerpo
He aprendido a recitar poemas
al oido de los hombres,
he aprendido a concentrarme en
la conversación y no besarte
antes de tiempo.
He aprendido a comerme mis miedos,
a ocultar mi desconcierto,
he aprendido a hacer lunas con
las maravillas que me dices
mientras fumamos un cigarro.
He aprendido a prenderme de tus
ropas, a saciarme en tus labios, solo
en tus labios,
he aprendido tantas cosas,
solo que ha sido demaciado tarde.
Hoy ya tienes quien lo sabe todo, sin necesidad de preguntar.
bueno, esto suele pasar, ¿no? lo cierto es que me gusta lo que escribes, me recuerdas la realidad.
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