miércoles, 21 de octubre de 2009

Las ganas de tu cuerpo
He aprendido a recitar poemas
al oido de los hombres,
he aprendido a concentrarme en
la conversación y no besarte
antes de tiempo.
He aprendido a comerme mis miedos,
a ocultar mi desconcierto,
he aprendido a hacer lunas con
las maravillas que me dices
mientras fumamos un cigarro.
He aprendido a prenderme de tus
ropas, a saciarme en tus labios, solo
en tus labios,
he aprendido tantas cosas,
solo que ha sido demaciado tarde.
Hoy ya tienes quien lo sabe todo, sin necesidad de preguntar.

1 comentario:

  1. bueno, esto suele pasar, ¿no? lo cierto es que me gusta lo que escribes, me recuerdas la realidad.

    ResponderEliminar