domingo, 25 de octubre de 2009

Te escribía un libro,
una idea,
un verso, miles talvez,
pero llegaste y miraste mi rostro,
dijiste te amo,
olvide el verso, el libro, las letras y los acentos.

Hoy ya no se como decirte
lo que siente el alma de
la virgen que no es virgen
que se vuelve cuando esta contigo,
que sueña humedades de ti,
en ti, para ti.

Hoy ya no sé como escribirte el verso
que ayer repetía de calle en calle
buscando pluma y papel
encontrado piso y ladrillo…

Te he escrito lo que no digo,
te he dicho lo que no he escrito,
porque tu tiempo es mi tiempo
y tu voz es mi voz,
porque mi alma tiene tatuada tu nombre,
con rostro, ojos, manos, pies,
con jugos de hombre mojando mi piel.

Y ahora te pido aquí en tus brazos durmiendo,
déjame escribir un libro en tu piel,
que se nombre como tus ojos,
que tenga el color de tu cabello,
que huela a tierra húmeda,
a cabello seco,
a labio besando.

1 comentario: